Cuántas veces nos preguntamos lo que le gustaría a él/ella, que le dijeras en la cama, qué palabras podrían excitarle más, o por qué él no te dice nada, o por qué utiliza unas palabras tan groseras cuando hacen el amor.
Estamos en un terreno muy personal donde no existen recetas que resulten útiles para todos. En primer lugar, a las mujeres les encanta hablar…, pero a los hombres lo que les gusta es ver.
Eso significa que, en principio, las mujeres serían más sensibles al lenguaje sexual en la cama que los hombres. Pero como siempre hago y seguiré haciendo hablaré desde mi experiencia, y puedo decir que los hombres se excitan igualmente y se sienten sensibles al lenguaje, no a una charla sobre cómo ha ido el día, si no al lenguaje erótico del momento, de las sensaciones percibidas, de los placeres recibidos.
Hay que tener en cuenta los gustos personales de cada cual a la hora de utilizar este tipo de lenguaje. Incluso aunque se tenga gusto por las palabras en la cama, hay que saber qué lenguaje se ha de utilizar: ¿Romántico? ¿Sensual? ¿Lascivo? ¿Malsonante? ¿Equívoco? ¿Cursi?
A algunas mujeres, el lenguaje erótico les intimida un poco. Pero, esta afirmación no deja de ser una generalización, quizás excesiva; existen peculiaridades personales que se deben conocer para saber a qué se tiene que atener cada cual.
Si bien, el lenguaje en la cama con la pareja es algo que varía de acuerdo a los gustos de cada cual, y los hombres suelen ser menos propensos a hablar, en la cama son ellos quienes tienen cierta preferencia por el uso de expresiones voluptuosas e, incluso, groseras.
Son numerosas las combinaciones que se pueden hacer con el lenguaje erótico. Tiene la peculiaridad de que es personal e intransferible. Por eso, su uso requiere acuerdos previos. No existen manuales de uso de palabras eróticas en la cama.
Desde mi punto de vista y gustos en este tema, el silencio no es muy amigo de las aventuras bajo las sábanas. No solo un susurro,que son maravillosos, sino también mirar a los ojos y...