domingo, 7 de febrero de 2010

¿Sueño?





Me ha gustado el sueño tan maravilloso


que he tenido esta noche.



Se trataba de un baile de carnaval adonde yo había ido disfrazada de muñeca y había estado bailando toda la noche con un desconocido, y una vez que ambos nos habíamos liberado de las máscaras salimos al jardín, un poco para tranquilizarnos de la tensión que ambos habíamos sentido y también para refrescarnos del agobiante calor y atmósfera que dentro se respiraba.




Allí de una forma confidencial y sencilla, me dijo que su nombre era Casanova y que estaba de vacaciones en este pueblo donde he estado en otras ocasiones.



¿Eres de aquí? me preguntó…,



No… solo vengo cuando tengo ganas de descansar de la gran ciudad me gusta mucho y me siento bien este lugar.



Sus ojos me analizaban hasta lo más profundo de mi interior a través de los míos. Seguimos adentrándonos en el jardín y cogiéndome delicadamente por la cintura, me dijo…



¡Eres perfecta! Tus labios son como fresas salvajes, tus ojos como turquesas, tus cabellos me fascinan, nunca pude imaginar que existiera criatura tan angelical y al mismo tiempo tan excitante como tú.



Al oírle decir esas palabras, sentí como un sentimiento de pasión me embriagaba y se apoderaba de toda mi voluntad, solo quería continuar a su lado y me felicitaba a mí misma, por haberle elegido a él como compañero de baile.






Caminábamos muy juntos el uno al lado del otro, mientras que los sauces llorones tocaban nuestras frentes, sentía dentro de mí.... la necesidad de abrazarle, de sentir todo la potencia de su cuerpo fornido cubriendo el mío. Le deseaba… estaba llena de voluptuosidad hacia él, ¿era su olor?... No sé decirlo, ¿era su mirada? tampoco, ¿eran sus labios carnosos y sensuales?... ¡era todo él! me volvía loca de pasión, notaba como mi vagina se iba humedeciendo, mi corazón acelerando y mis deseos haciéndose cada vez más incontrolados…






Nos desviamos hacia un rinconcito, un poco más alejado del resto del jardín, estaba totalmente entregada, me dejaba hacer, carecía totalmente de voluntad... de pronto me atrajo con suavidad hacia su cuerpo y cogiendo mi rostro con una de sus manos lo atrajo hacia él y lo besó, su lengua mojó mis labios y una sensación de inquietud noté en mi interior cuando me invitó a subir a su auto para dirigirnos a la casa que tenía alquilada. Llegamos a una llanura donde había una casita rodeada de jardines y una gran piscina.



Ya hemos llegado ¡me dijo.!



Y de una forma muy galante abrió la puerta del coche y tomando mi mano la acercó a sus labios y...la besó. En mi interior me sentía excitada y sorprendida por la rapidez en que se estaban desarrollando los acontecimientos.




Sorprendentemente y con una facilidad enorme me cogió en sus brazos y nos adentramos en la casita, como si se tratara de una recién casada...









El salón estaba decorado en un ambiente árabe muy acogedor, unas mesitas muy bajas y unos enormes cojines encima de una alfombra persa, invitaban a disfrutar de los placeres del cuerpo, respirando un ambiente muy de las mil y una noches... que inducía a la pasión y al placer. Acercándose se despojó de la túnica árabe con la que iba disfrazado, quedándose con la camisa blanca y los pantalones negros .Su aspecto era aún más atractivo de esta guisa, su cuerpo se adivinaba bien cuidado y esbelto. Yo sentía que mi sensualidad se iba despertando, le deseaba... ¡enloquecía ¡... me atraía sobremanera su virilidad y deseaba sentir sus caricias que ejercían sobre mí un embrujo inenarrable.










Poco a poco nos fuimos despojando de nuestras ropas... me volvió de espaldas, me abrió el vestido de muñeca, que cayó sobre mis diminutos pies, dejando ver mi cuerpo tan bien formado, y con una exquisita delicadeza me despojó del sujetador, inclinándose sobre mis pechos ... lamió mis pezones recreándose en lo que estaba haciendo . Nunca en mi vida había sentido una sensación como la que me hacía sentir él con sus caricias.









Estaba excitada, le quité la camisa dejando ver su moreno pecho, me fascinaba, sentía mi respiración que por momentos era más rápida, me gustaba morder sus diminutos pezoncillos y jugaba con el vello de su pecho.









Desabrochó los coquetos ligueros negros que sujetaban mis medias de igual color y me tendió en la alfombra apoyando mi cabeza sobre uno de los mullidos cojines. Me besaba por todo el cuerpo, mis pechos que desafiantes mostraban la dureza de sus pezones, los mordía, los chupaba….yo loca de lujuria abrí su pantalón se lo eché hacia abajo dejando ver su pene erecto, lo acaricié primero con mis manos... lo metía en mi boca, jugaba con él… tocaba y acariciaba sus testículos duros... se notaba que le gustaba, se estremecía de placer, murmuraba algo... yo no entendía lo que decía..., pero seguro que era algo placentero.








El calor que desprendía su pene era considerable, mientras yo acariciaba su miembro con verdadera lascivia, él acariciaba mi vagina con su lengua, la metía hasta dentro, produciéndome un placer inmenso.











De pronto se colocó encima de mí, se puso de rodillas y colocando mis piernas alrededor de su cintura introdujo su maravilloso pene en mi vagina, se movía con fuerza, yo lo notaba dentro de mí y también me movía al mismo tiempo, movía mis caderas con voluptuosidad, cuando de pronto emitió un quejido de placer ... sentí como su semen llenaba mi rosa y en este momento... noté que un temblor enorme me invadía todo el cuerpo, me aferre a él y los dos gozamos como poseídos de la misma pasión.











Nos quedamos tendidos en la alfombra abrazados y podría asegurar que casi salía humo de nuestros cuerpos. ¿Estábamos soñando? No, había ocurrido y era el comienzo de una serie de noches de lujuria y placer… comparables con las mil y una noches….