domingo, 29 de agosto de 2010

Despojandome


Me despojo de mis miedos, mi timidez,

lentamente me despojo de  las ropas

que cubre mis defectos y virtudes,

cubierta solo de la brisa del aire

tan transparente y excitante

tal como soy en realidad

cuando estoy desnuda.



domingo, 1 de agosto de 2010

Mojandolo todo



Tendida, con los muslos como alas abiertas,

dispuestas al vuelo... me incitas, me invitas a viajar

por lácteas vías y negros agujeros

levemente desvelados por tú mano

que juega por pudores y sudores enjugando

entre pétalos de carne, el estigma de tu flor más desnuda.



Mojándolo todo...Volando por universos de licor.

Húmedas llamas

los labios que con tus dedos

delicadamente delatas, dilatas para mí,

mostrándome obscena, la cueva del milagro

por donde mana el líquido rayo de la vida,

incandescente fuente, lechosa lava,

salpicaduras de agua profunda que inunda.


Mi boca besando tus labios incendiados

se dispone a beber en tu cáliz de polen y licor

y, entre zumos y zumbidos de olas y alas,

libidinosamente libar el néctar

de la flor de tus mareas...

lamiendo la miel salada que te fluye

y quema mi lengua que vibra, lasciva,

entre savia y saliva.



Mis alas de cera

batiendo combatiendo tu fuego

en oleadas de ardientes espumas y plumas

e Ícaro volando tan alto, tan alto...

que a punto de entrar en el jardín del Edén,

fundido su vuelo por tu derramado sol,

cae, como el ángel exterminado,

al mar de los naufragios.

Mojándolo todo...volando por universos de licor.



Luis Eduardo Aute