sábado, 10 de octubre de 2009

Los Afrodisíacos


Un afrodisíaco es cualquier sustancia que en teoría aumenta el apetito sexual. Su nombre es originario y hace referencia a la Diosa Griega del Amor, Afrodita, que surgió de la espuma del mar cuando el dios Cronos mató y castró a su padre, arrojando sus genitales al océano.


Algunos afrodisíacos suelen funcionar estimulando algunos sentidos, (vista, tacto, olfato y oído) y otros se toman en forma de comida, bebidas, bebidas alcohólicas, "filtros amorosos", drogas, o preparados medicinales.





En el Kama Sutra, “texto amoroso hindú”, se indican muchas maneras para que el hombre incremente su vigor sexual con alimentos tales como la leche y la miel, que siempre han sido reconocidos como fuente de energía.

En la medicina tradicional china se usaban remedios a base de hierbas, como la raíz de ginseng para potenciar la longevidad y el vigor sexual.

Los árabes destacaban el valor de los perfumes, las fragancias y cosméticos para multiplicar el placer sexual.

Para los sajones plantas con apariencia fálica como zanahorias y espárragos ganaron reputación.




La ciencia moderna sólo reconoce un pequeño número de sustancias afrodisíacas, una de ellas es la cantárida ("mosca española"), formada por restos secos y triturados de abadejo, pero debe tenerse cuidado, ya que es extremadamente peligroso utilizarla como excitante para los humanos por su elevada toxicidad y peligrosidad.



Después de pequeña digamos conclusión, me quedo con la opinión de la inglesa Marrena Linderg en su libro La dieta orgásmica, que ha causado furor en Inglaterra, dice que con solo ajustar o equilibrar la alimentación diaria podremos conseguir salud, es decir, vigor, pues agrega, los afrodisíacos son solo una sugestión, una predisposición psicológica.


Esa es mi opinión todo es sugestivo, todo está en nuestro cuerpo, en espera de que nuestro cerebro reciba las señales, el comerte un kilo de Marisco, sola en medio de la nada, no te hará correr en busca de un amante que sacie tus deseos.


El sorprenderte a ti mism@ y a tu pareja con una cena, almuerzo o desayuno, para estas cosas no hay horario, sean cuales sean los ingredientes, velas, aromas, música, amenizada de juegos, tonteos, susurros, despertará y disparará tus sentidos.





Es nuestra propia predisposición, a estar receptivos, a querer experimentar, a sentirnos vivos, y sabéis que, yo conozco un afrodisiaco, que no se acaba nunca, que no hay que prepararlo, que no cuesta ni un céntimo de euro, no es toxico, ni venenoso, y que nunca falla, LA IMAGINACIÓN.




Disfrutar de ella amig@s.



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