jueves, 8 de julio de 2010

Tú, mi alfarero




Son mis ganas, mi deseo…

es mi sexo, es mi boca,
son mis manos y mi cuerpo entero,
que te piden que me lleves
al extremo de la lujuria divina…




Es mi cuerpo volcán en erupción,
 que a tus manos reclama
que explores mi cuerpo,
calmar la sed de mis senos
quemarme en el fuego de tu abrazo,
moldearlo cual alfarero ardiente
y dormirme en el remanso de tu vientre.



1 comentario:

García Francés dijo...

Dª Orquídea, le deseo las mejores vacaciones del mundo, que las goce profundamente, amiga.

Me alegra que le agrade la llegada de D. José María Aguilar a mi blog. Ya lo ira conociendo porque además de política, creo que va a ser asiduo visitante del Club Encuentros.

Por cierto, no me dijo nada de mi posado consentido. Intenté evitarle las naúseas. Con todo mi afecto, Doñita, no tarde que le he cogido mucho cariño.