martes, 2 de junio de 2009

Nuestra Historia: El Teléfono

Esta es la historia...
Tu historia y la mía.
Empezó virtual, un día más de aburrimiento te encontré, charlas amenas y entretenidas.




Cosas cotidianas las tuyas y las mías, nuestros problemas, deseos y necesidades nos confesábamos.
Tu en el norte, yo en el sur, muy al sur...
Distantes en kilómetros, cercanos en sentimientos.
Contarnos nuestros secretos y fantasías, cada día con más confianza, con más seguridad.





De la misma manera que compartíamos charlas de temas triviales, nos enredábamos en bromas sexuales.
Así fue como pasamos a contarnos nuestras fantasías mas eróticas y cada encuentro se hacia más intenso.
Más privado, pareciendo al final que nos fundiéramos los dos en uno solo haciendo el amor.
Un día sin más después de charlar por la pantalla virtual, quisimos sentirnos telefónicamente.







Comenzamos a jugar. Me dijiste que querías susurrarme al oído tus deseos y que fuéramos haciendo paso por paso lo que nos decías…y por supuesto accedí como neña obediente.



Empezaste pidiéndome que me soltara el pelo, me quitara toda la ropa y me tumbara en la cama, pero te pedí que fueras tú el que me desnudaras, que me fueras diciendo como, y por supuesto no quería que usaras las manos, deseaba que lo hicieras con la boca.





Mientras me quitabas la brasileña y la pequeña camiseta que llevaba comencé a temblar, tan sólo oír tu voz me excitaba, comenzaba a humedecerme – Estoy lista – te dije cuando estaba tumbada en la cama.





Ahora quiero que te acaricies, imagínate que soy yo el que te toco, ahora baja poco a poco las manos por detrás de las orejas, baja por el cuello y detente en tus hombros. No quiero que bajes de allí… ¿Lo estás haciendo? No te toques nada más. Respira, sube y baja el pecho como sabes hacerlo mientras te acaricias. Paso a paso iba siguiendo tus indicaciones y me sentía cada vez mas excitada. Mis manos se morían por bajar hasta mis pechos, respiraba fuerte pero tranquila para que pudieses oírme por teléfono.





Baja las manos lentamente hacia tu barriga pero por los costados, no te toques nada más…suave, suave, no tenemos prisa. Llega hasta el ombligo, y llévate la mano a la boca. Chupa lentamente un dedo, sácalo y vuélvetelo a meter en la boca, tu voz comenzó a cambiar, cada vez más suave, más baja, estabas excitadísimo. Comencé a imaginarte en tu cuarto, desnudo, escuchándome obedeciendo todos y cada uno de tus deseos, te imaginaba tocándote. Mi cabeza no podía parar, me rendía a tu voz y a tu juego.





No te puedes imaginar como me tienes. ¿Cuándo piensas dejar de torturarme? Dije en un susurro de voz.
No tengas prisa neña, todo llegará. Ahora puedes acariciarte el pecho, humedécete los dedos, con la lengua ve lamiendo una a una las yemas de los dedos y ahora acaricia tus pezones, pero dime cómo lo haces.





No se exactamente lo que pude decirte porque mi voz se entrecortaba, mi respiración se aceleraba y mi cuerpo se retorcía desnudo sobre la cama. Mis manos pellizcaban mis pezones, los apretaban, recorrían el contorno de mi pecho.
Según iba narrándote cómo me estaba acariciando, no pude evitar que se me escaparan algunos gemidos y noté por tu respiración y tu forma de hablar que te gustaba.
Escuchar tus susurros (como tú lo llamas) me enloquecían.
Entre gemidos y orgamos de placer, sentir como me acariciabas.





Sabes como me gusta oírte, oír tus susurros, me dijiste. Y ahora baja lentamente hasta tu sexo, siente que son mis manos las que te acarician, mis dedos los que te penetran, siénteme…

No se como narrar lo que sentimos a partir de este instante. Me estaba masturbando si, pero imaginaba tus manos tocándome, tu boca besándome y no paré de contarte lo que hacía y como lo hacía mientras usaba mis dedos para llegar al clímax…¡Fue increíble!





Los dos juntos a miles de kilómetros y tan cerca a la vez, fundiéndonos en el más bonito orgasmo.
Aún hoy tengo fantasías con esa noche, mi primera vez en el mundo del sexo telefónico.
Y sabes que solo contigo repetiría, neño.




2 comentarios:

. dijo...

Intensísimo y hermoso, muy hermoso...


Y tu voz me hizo sentir como entraba en ti...

Me ha encantado el relato y sí, la red, los blogs, los encuentros virtuales... están llenos de sorpresas, no renuncies a ellas.


Gracias por tu visita y tu seguimiento.

Besos.

Anónimo dijo...

Hermosa manera de relatar esta bella experiencia, me transporto y me hizo sentir sensaciones maravillosas, felicidades amiga un enorme saludo, te sigo y te leo vorazmente.