Quiero tus besos, sáciame de ti,
he pensado en ti,
en tus labios y deseo,
en tus ojos y silencio,
en tu piel y sentimientos.
he pensado en ti,
en tus labios y deseo,
en tus ojos y silencio,
en tu piel y sentimientos.
Tu cuerpo es mi destino,
sinuoso en mis manos,
apetecible en mí deseo.
sinuoso en mis manos,
apetecible en mí deseo.
Posees la intriga de mis sentimientos,
eres dueño de todas mis pasiones,
señor de cada uno de mis placeres,
y no lucho, no me resisto,
simplemente me entrego.
eres dueño de todas mis pasiones,
señor de cada uno de mis placeres,
y no lucho, no me resisto,
simplemente me entrego.
2 comentarios:
Te recibo, no pienses, descansa en mí, sé la intensidad que me acompañe, el deseo que me lleve, la entrega que nos una en el mágico ritual. Mi cuerpo en tu cuerpo, tú en mí, florece, nace, muda y bebe del dulce néctar de la pasión...
Bellas letras, entrega absoluta, emoción, pasión, deseo, cuerpo sobre cuerpo...
Besos mil.
Tu olor
-el incontrovertible
y brutal olor del amor-
permanece intacto
mientras los besos
se volatilizan
en su propio júbilo
y la humedad
se hace una con la piel.
Tu olor, en cambio,
impregna hasta la médula.
Hasta ese lugar recóndito
donde el deseo anida
y obliga a dejar intactos
los platos del almuerzo
y a danzar de nuevo
hacia la cama,
muertos de hambre
de amor.
( Juan Gustavo Cobo )
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